Además de ser una de las tareas que más quebraderos de cabeza suele generar, hacer una mudanza supone también un importante desembolso económico. Sin embargo, es posible que no se nos dispare el presupuesto siguiendo una serie de consejos.
En asuntos de mudanzas, está claro que una buena organización es primordial pero también tener en cuenta una serie de recomendaciones para que, ya que no será sencilla, por lo menos sea un poco más barata:
- Elabora un presupuesto: aunque sea algo aproximado, te ayudará a tener un control de lo que te va a costar y, de este modo, no pasarte de lo previsto. Con un presupuesto fijado tendrás más cuidado a la hora de gastar, para procurar seguirlo y eso te ayudará a ahorrar.
- Haz limpieza: puede parecer un consejo muy poco original, pero lo primero que debes hacer para reducir el volumen y peso de la mudanza es hacer una buena limpieza de tus pertenencias. Es muy probable que gran parte de los enseres que has ido guardando a lo largo de los años ya no te resulten útiles, o que ya no tengan cabida en tu nuevo hogar por una cuestión de tamaño o de estilo. De esta forma, la cantidad de cosas que tendrás que llevarte será menor, y podrás pagar menos por el transporte; o bien, ahorrar combustible, tiempo y materiales si vas a realizar tú mismo la mudanza. Si tras la operación de limpieza te ha quedado mucho excedente, prueba a organiza un mercadillo para los vecinos o pon a la venta algunos de los artículos en plataformas de venta de segunda mano. Seguro que recuperarás una parte de la inversión.
- Elige bien el momento: no siempre es posible elegir las fechas para hacer una mudanza, pero si tienes posibilidad de escoger, hay que tener en cuenta que en verano suele ser bastante más caro si vas a contratar a una empresa especializada. Evita también los principios y finales de mes porque los precios tienden a subir. Por otro lado, es más recomendable hacerla entre diario y no los fines de semana, siempre que se pueda.
- Si vas a adquirir los servicios de una empresa, antes de nada compara precios y tarifas. Infórmate sobre la empresa y pide referencias porque, en ocasiones, lo barato sale caro.
- Aprovecha el espacio: intenta aprovecharlo al máximo posible, porque seguramente te cobren por bultos, así que aprovecha los cajones de los muebles o las maletas (con cosas que no puedan dañarse) para guardar algunas cosas, por ejemplo.
- Ahorra en los materiales: en lugar de comprar las típicas cajas de mudanza en una tienda especializada, puedes preguntar en los comercios y tiendas del barrio si puedes quedarte algunas de las cajas de proveedores de las que van a deshacerse. Algunas tiendas aceptan con mucho gusto que les quites el trabajo de llevar las cajas hasta los depósitos de reciclaje. Además, puedes ahorrar en materiales si utilizas papel de periódico y mantas o toallas para envolver aquellos objetos que sean más frágiles. En lugar de comprar plástico de burbujas, puedes aprovechar y utilizar estos embalajes caseros.
- Pide ayuda: es el momento de preguntar entre amigos y familiares quienes pueden echarte una mano para embalar tus cosas (hay empresas que realizan ese servicio, pero eso que te vas a ahorrar) o quien tiene una furgoneta en la que hacer la mudanza. Recuerda aquella máxima de hoy por ti y, mañana, por mí.
- Compara precios de alquiler de vehículos. Si has decidido realizar la mudanza por ti mismo, compara los precios de alquiler de vehículos de diferentes empresas. Intenta encontrar promociones especiales, descuentos o tarifas más bajas en días laborables. Además, asegúrate de calcular el tamaño adecuado del vehículo para evitar pagar de más.
Desde Vivienda Saludable confiamos en que, gracias a estos consejos, la mudanza sea una operación más asequible y que no nos haga un agujero más grande en el bolsillo.