Un regalo ecológico supone una actitud hacia la vida. Tanto del que regala como del que recibe. No tiene sentido buscar cosas respetuosas con la naturaleza en estas fechas si el resto del año nos olvidamos del medio ambiente.
Las Navidades están a la vuelta de la esquina y en el imaginario colectivo están los villancicos, las luces y las velas, los turrones y otros dulces y por supuesto los regalos que hacemos a nuestros seres queridos.
Pero la realidad a veces es muy distinta: contaminación lumínica y sonora, consumo desorbitado y cantidad de juguetes y regalos que acaban en las basuras. Pues bien, todos estos regalos que muchas veces no necesitamos, a parte del gasto energético que necesitaron para fabricarse y luego abandonarse, contienen multitud de elementos no reciclables, pilas contaminantes y plásticos que no son biodegradables por lo que estamos celebrando una bonitas fiestas haciendo mucho daño al medio ambiente.
Desde Vivienda Saludable, queremos invitaros a celebrar estas Navidades con la misma alegría pero teniendo en cuenta a nuestro ser más querido aunque algo olvidado: La Madre Naturaleza.
Para ello existen en el mercado regalos de todo tipo cuya misión es ayudar, aunque sea un poquito, a cuidar nuestro dañado planeta.
Ideas para regalar estas Navidades
Para los más pequeños, un regalo ecológico tiene doble función. Aparte del regalo en si, le aportamos una conciencia medioambiental que le será de mucha utilidad en su vida. Es cierto que los niños ya no quieren juguetes de madera, les gusta lo que ven en la tele o a sus amigos. Pero aun así podemos fijarnos a la hora de comprar en algunos detalles importantes:
Que los juguetes lleven baterías recargables en vez de las súper contaminantes pilas.
Asegurarnos de que cuenta con los certificados de la Unión Europea, que nos indica que el fabricante ha tenido en cuenta ciertas responsabilidades ecológicas.
Muy interesantes son los juguetes didácticos enfocados a la conservación del medio ambiente.
Busque, en la medida de lo posible, que el juguete sea duradero. Existe la tendencia de fabricar cosas frágiles para seguir comprando. El usar y tirar no es ecológico. Recuérdelo.
Para los mayores, podemos aplicar el mismo criterio:
Busque regalos que no tengan excesivo embalaje. Tirar no es una actitud verde.
Si son electrónicos, mejor sin pilas. Son muy contaminantes.
Que los materiales sean naturales es sinónimo de respeto por el medio ambiente. Si son materiales elaborados asegúrese de que puedan ser reciclados en su mayoría.
La artesanía o la gastronomía local, no supone tanto impacto ambiental como algo que viene de la otra parte del mundo.
Además de regalar alimentos ecológicos, otro regalo que gusta mucho a los mayores son los viajes. El ecoturismo esta muy de moda, no deje de contemplarlo como una opción.
En definitiva, un regalo ecológico supone una actitud hacia la vida. Tanto del que regala como del que recibe. No tiene sentido buscar cosas respetuosas con la naturaleza en estas fechas si el resto del año nos olvidamos del medio ambiente. Como dice el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, “la suma de todas las gotas es lo que forma el océano.”