Viviendas verdes, sostenibles, ecológicas, bioclimáticas, pasivas… Lo oímos en los medios como el único futuro viable, las empresas alardean de llevar a cabo proyectos sostenibles, las instituciones nos recuerdan constantemente sus ventajas… Entonces, ¿si tan interiorizado se supone que lo tenemos por qué nos cuesta tanto llevarlo a la práctica?
Toda vivienda sostenible persigue un doble objetivo: ser más eficiente para reducir el impacto sobre el medio ambiente y con ello alcanzar el ansiado ahorro energético y económico. Para ello, en el post viviendas sostenibles abarcamos los aspectos principales que engloban este tipo de construcciones. Ahora, damos un paso más.
Es un hecho, si das un paseo por tu barrio y te fijas descubrirás que la gran mayoría de edificios, por no decir casi ninguno, podría encasillarse como “vivienda sostenible”, y con ello tampoco saludable. Así pues, ¿Qué falla? Pues más allá de la crisis o los problemas presupuestarios a los que deben hacer frente día a día las renovables y los ciudadanos (qué también); el mensaje todavía no ha calado: No nos tomamos en serio la sostenibilidad y esto tiene que cambiar.
Déjate de excusas, tu hogar es tu refugio, y para que sea un buen refugio es necesario que sea confortable, seguro… Y eficiente. Nos quedamos sin recursos, por lo que más vale que empecemos a hacer un uso racional e inteligente de los mismos. Tu vivienda puede ser sostenible, no es algo imposible, pero requiere que te impliques y mires más allá: debes buscar las necesidades de tu vivienda, las tuyas, y fusionarlas. Tras esto, sólo queda un paso:
Solucionar las carencias aplicando tu compromiso con el ahorro energético y la utilización de energías renovables: ¿Recuerdas cuáles son los criterios bioclimáticos clave en cuanto a sostenibilidad y eficiencia energética que debería seguir una vivienda saludable? En este enlace refrescarás la respuesta.
Además, los profesionales de la construcción cada vez están más preparados, son más activos y sacan más provecho de las nuevas tecnologías en su trabajo. Con lo que otra razón más para dar el salto, la eficiencia llama a tu puerta.
Nosotros lo tenemos claro: ¡Querer es poder! Así que sólo nos queda preguntarte: ¿Aceptas tú el reto de formar parte del nuevo modelo de vivienda saludable en el que las máximas son el compromiso y la tenacidad? ¿Te ves capaz de cubrir cualquier necesidad energética en tu vivienda respetando siempre el medio ambiente?