Llega el calor, aunque algunos grupos de población son más sensibles a las altas temperaturas y requieren un mayor seguimiento de las medidas de protección, todos necesitamos seguir consejos para combatir el calor.
Ya ha llegado el calor. Todo el año esperándolo y por fin llega… ¡y de qué manera! Está claro que es una temporada ideal para estar en una terraza, en una piscina o tomando una cervecita. Pero la realidad es que llegamos a casa sofocados del trabajo y solemos entrar en un ambiente cerrado y caluroso. Eso sin contar las largas noches en las que no corre ni una pequeña brisa de aire.
Hemos vistos en otros post varias situaciones útiles para aclimatar, aislar y proteger nuestra vivienda saludable, pero por desgracia a veces no tomamos las medidas a tiempo. Aprendamos a refrescarnos con lo que tenemos.
En España, durante la época estival, suelen registrarse períodos de varios días de duración en los que las temperaturas pueden superar los 40 ºC. El calor excesivo puede alterar las funciones vitales de las personas si su organismo no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal.
Los mecanismos que tiene el cuerpo humano para regular su temperatura pueden fracasar y la temperatura muy elevada aumentaría la pérdida de agua y electrolitos necesarios para el normal funcionamiento de los distintos órganos, pudiendo provocar calambres musculares, deshidratación, insolación y finalmente, golpe de calor con afectación multiorgánica, pudiendo llegar a causar la muerte.
Algunos grupos de población son más sensibles a las altas temperaturas y requieren un mayor seguimiento de las medidas de protección:
- Niños menores de 4 años: Cuida que beban mucho líquido, refréscales con frecuencia y vísteles con ropas claras y ligeras. No los dejes nunca solos en vehículos al sol.
- Ancianos, sobre todo los que viven solos o son dependientes: Pueden tener dificultades en adoptar medidas protectoras, por lo que deberían ser visitados, al menos, una vez al día por un miembro de la familia, amigo, vecino y, en su caso solicitar la colaboración de los servicios sociales.
- Personas con enfermedades crónicas o que toman medicación: Es importante que sigan con su medicación habitual, no se automediquen y que consulten a su médico sobre las medidas complementarias a adoptar en su caso.
- Personas que realizan esfuerzos físicos en el exterior (tanto trabajo como deporte):Deberían reducir la intensidad de su actividad en las horas más calurosas, beber frecuentemente (agua, zumos…) y protegerse del sol.
El calor es mas fácil combatirlo siguiendo estos simples consejos:
- Bebe frecuentemente agua o líquidos sin esperar a tener sed, salvo si hay contraindicación médica. Evita las bebidas alcohólicas, las muy azucaradas, el café y el té.
- Refréscate con una ducha o, simplemente, mójate.
- Haz comidas ligeras que te ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos…).
- En el exterior protégete del sol: busca la sombra, cúbrete la cabeza, usa ropa ligera y de color claro y un calzado fresco, cómodo y que transpire.
- Cuida tu piel con protectores solares adecuados y utiliza gafas con filtros ultravioleta.
- Reduce las actividades físicas intensas al aire libre y durante las horas más calurosas y en su caso extrema las precauciones
- En casa, baja las persianas cuando el sol incida directamente sobre las ventanas y no las abras cuando la temperatura exterior sea alta.
- Refresca el ambiente con ventiladores y sistemas de refrigeración, siempre con un uso racional de los mismos.
Recuerda: puedes disfrutar del calor, pero siempre protegiéndote de él.