Cada vez somos más conscientes de que cuidarnos es importante para nuestra salud presente y futura. Con una serie de hábitos sencillos es fácil conseguirlo. ¿Qué retos fijamos para cuidarnos y ponernos en forma?
Los hábitos de los usuarios están cambiando. Según un informe de Kantar Worldpanel, la preocupación por la salud es una tendencia creciente, pues aumentan los alimentos y los métodos de preparación más asociados a una dieta saludable. Os contamos algunos consejos para cuidarse y ponerse en forma:
Rutina para cuidarse y ponerse en forma:
Ingerir una buena cantidad de agua al día
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) apunta a que las mujeres deben consumir dos litros de agua al día y los hombres 2,5 litros, aunque ello depende cada persona, de su constitución y de lo que coma y beba durante el día. El agua es fuente de salud, nos aporta vitaminas y minerales, y con todo ello evitamos la deshidratación. Además, según la Fundación Aquae, las propiedades térmicas del agua y su capacidad para liberar el calor del cuerpo cuando el sudor se evapora de la superficie de la piel, son de gran ayuda en el mantenimiento de la temperatura corporal durante todo el día.
Dormir una media de 7-8 horas diarias
El trabajo, la casa, los hijos, la compras… no llegamos a todo. Este ritmo incansable hace que no descansemos bien porque no dormimos las horas necesarias. Dormir entre 7 y 8 horas al día es vital para cuidarse, no desarrollar enfermedades, tener la mente despejada, reducir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo. Basta con un agradable dormitorio para descansar y cambiar nuestros horarios para ir a dormir un poco antes.
Cuidar la alimentación: menos azúcar
Entre los retos para mejorar nuestra salud está la reducción de la ingesta de azúcar. Un consumo excesivo de azúcar perjudica nuestra salud, favorece al sobrepeso y las caries dental, según la OCU.
La OCU destaca que al reducir la ingesta de azúcares añadidos, presentes en productos procesados, ingerimos calorías con un mejor valor nutricional.
Más fruta, fuente de vida
Cinco raciones diarias de fruta o verdura son la base de una dieta equilibrada y saludable. Al disponer de una gran variedad de frutas y verduras siempre es mejor elegir las que estén de temporada.
La OMS recomienda consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de determinadas enfermedades no transmisibles.
Ejercicio físico, indispensable
Practicar ejercicio ofrece muchos beneficios para la salud conocidos por todos. Liberamos la mente, perdemos peso, reducimos el sedentarismo, y ponemos a punto nuestro cuerpo. Ahora bien, si estamos apuntados al gimnasio y no vamos, quizás es porque no hemos encontrado el deporte adecuado. La clave es hacer aquello que nos gusta. Hoy más que nunca, hay infinidad de disciplinas deportivas que realizar: zumba, running, bicicleta, aquafitness, crossfit… encuentra el tuyo y sigue unos buenos hábitos deportivos.
Ir al trabajo andando
Si tenemos el puesto de trabajo algo lejos, esto es más complicado. Pero siempre podemos hacer una parte de camino en transporte y la otra andando. Es una de las mejores maneras de ganar en salud y ponerse en forma: hacemos ejercicio, trabajamos el sistema coronario y la musculatura cardiaca, protegemos nuestro corazón y quemamos calorías.
Paradas y descansos mientras trabajamos
Estar muchas horas sentado delante de la pantalla de un ordenador no es demasiado bueno para la salud. Es recomendable realizar descansos dentro de la jornada laboral, para que la vista descanse y el cuerpo pueda moverse. De lo contrario, ello puede afectar a nuestra salud visual y también adoptamos malas posturas corporales. Para esto nos estiraremos, nos levantaremos, podemos pasear, salir al exterior y hasta hacer ejercicios de brazos y piernas. El objetivo siempre es ganar salud y también desconectar.
Hay muchos más retos que podemos alcanzar para cuidarnos: meditar, descansar la mente, reducir el consumo de carne y procesados… como vemos, gestos que cada día suman.