Desde hace mucho tiempo, las mosquiteras son un recurso ideal para mantener a los insectos alejados de nuestro hogar. Se instalan de manera fácil y existe una gran variedad de modelos y materiales.
Además de ser un método excelente para repeler a moscas, mosquitos y otro tipo de insectos, las mosquiteras también sirven para sacarle el máximo provecho a la ventilación y a la luz natural. Pero estos no son sus únicos beneficios. Gracias a su enorme variedad, algunas también sirven para que las mascotas no salgan de casa sin que nos enteremos.
Por si fuera poco, las mosquiteras ayudan a mantener la privacidad de nuestro domicilio, y contribuyen al cuidado de nuestra salud, por ejemplo, en lo que respecta a las alergias.
Además, las mosquiteras son muy útiles tanto en las ventanas como en las puertas. Según el área de la casa en que desees instalarlas, la decoración que más te agrade y las necesidades a cubrir, puedes encontrar diferentes opciones. Desde Vivienda Saludable vamos a hacer un repaso de los modelos más comunes que hay en el mercado:
Mosquiteras por tipo de fabricación:
- Mosquiteras estándar: se trata un tipo de mosquitera ya fabricada con unas medidas predeterminadas. Son una opción práctica y económica para aquellos que buscan una solución rápida y sencilla.
- Mosquiteras a medida: este tipo de mosquitera se confecciona a la medida del hueco de la ventana; es por ello que suele aplicarse en casos en los que los marcos no son convencionales o estándar. A favor tiene que garantizan un ajuste preciso y una mayor efectividad en la protección contra los insectos.
Mosquiteras por método de cierre o funcionamiento
- Mosquiteras fijas: una opción muy económica para aquellas puertas y ventanas que no se abren y cierran constantemente. Permanecen estáticas una vez instaladas. Basta con presionarlas, atornillarlas o inmovilizarlas con soportes.
- Mosquiteras enrollables: son aquéllas que se repliegan como una persiana, en forma de rollo. Ideales para puertas y ventanas que se abren y cierran varias veces al día. Ocupan muy poco espacio.
- Mosquiteras correderas: son capaces de deslizarse horizontalmente y solo se pueden instalar en ventanas, puertas o balconeras con carril inferior y superior. Están compuestas por un marco de aluminio diseñado para adaptarse al cuadro en que la instalarán. No es complicada su colocación; solo hay que tomar bien las medidas y acoplarlas al marco.
- Mosquiteras extensibles: tienen una instalación muy sencilla ya que se colocan en las guías de la persiana. Permite una apertura parcial. Se puede abrir y cerrar para ajustarse a la anchura de la ventana, puerta o balconera.
- Mosquiteras plisadas: se recogen doblándose y su forma de acordeón del tejido anti mosquitos facilita la recogida. Aunque se puede instalar en cualquier tipo de hueco, principalmente están pensadas para colocar donde los cerramientos sean oscilobatientes, practicables o abatibles. Son ligeras y, pese a que parecen voluminosas, se recogen en un pequeño espacio.
- Mosquiteras magnéticas: su sistema de imanes cierra rápida y automáticamente la mosquitera cada vez que alguien pasa por una puerta. Van por la parte interior y no implican mayor proceso de instalación.
Ahora que sabes las características y tipos de mosquiteras que hay en el mercado, es más sencillo seleccionar la que se adapte a tus necesidades. No se trata de comprar la primera que te ofrezcan, sino de elegir una cuyas funciones respondan a lo que buscas para tu hogar.
Para los que necesitan soluciones sencillas y eficientes, en Kömmerling contamos con el cajón de persiana VariNova, que permite instalarse con la mosquitera integrada, tanto en el momento en que se instala como más adelante si el usuario lo necesita. Es una solución muy efectiva para mejorar el aislamiento (térmico y acústico) a la vez que nos protegemos del exterior, ya sea de una tormenta o de una avispa 😉